“Salud mental, salud mundial: un derecho universal”, es el título del manifiesto elaborado por la Sección Profesional de salud mental del COEESCV, para conmemorar el DÍA MUNDIAL DE LA SALUD MENTAL 2023.
Hoy queremos alzar la voz para defender el derecho a una atención en salud mental de calidad, para lo que resulta necesario un rápido y sencillo acceso a las y los profesionales, dejando atrás los estigmas y las desigualdades sociales que tanto lo
dificultan.
Como dato de interés sobre salud mental, según la OMS, en 2023, cerca de 450 millones de personas en el mundo sufren trastornos mentales (en nuestro país un 19,5%), siendo la depresión más común en mujeres que en hombres. Alrededor del 10 y 15% de mujeres en países industrializados sufren o han sufrido depresión y entre éstas, aproximadamente, entre el 20% y el 40% la sufren durante el embarazo o el puerperio.
Con este manifiesto queremos hacer hincapié en que la figura de la educadora y educador social ha de ser clave en todos aquellos programas, proyectos y recursos que abordan la mejora en salud mental, ya que nuestras
funciones como profesionales tienen mucho que ver con la construcción de proyectos de vida junto con las personas con malestares psíquicos, que se sostengan en relaciones de apoyo seguras y de confianza, entre otros. Y ante todo que podamos como profesionales visibilizar realidades, experiencias y vivencias de recuperación que humanicen y dignifiquen los derechos que les han sido arrebatados a lo largo de la historia.
Manifestamos a la opinión pública para que se conozca y reconozca nuestra profesión y nuestras competencias, pero sobre todo a quienes se ocupan de las políticas sociales, inclusivas y de igualdad, reivindicamos un mayor número de profesionales de la educación social en los diferentes programas, proyectos y recursos , ya que la sociedad en general, y especialmente las personas que sufren problemas de salud mental, que las sitúan en riesgo de exclusión social, tienen derecho a una intervención socioeducativa.
Según otro informe realizado por la OMS en 2022, donde se muestran las consecuencias que ha tenido la COVID-19 en la salud mental y en la disponibilidad y acceso a servicios de salud mental, se evidencia la necesidad de que las diferentes administraciones deben invertir más en salud mental y hacer mayores esfuerzos para garantizar la atención adecuada a las personas que sufren problemas de salud mental, teniendo en cuenta también otros perfiles profesionales, como el de la educación social, para poder colaborar con el resto de titulaciones, y juntas poderles prestar una atención integral.
Existen diferentes ámbitos en los que pensamos que las intervenciones deben ser reforzadas, trabajando desde la prevención e incidiendo en el trabajo en red y en los entornos comunitarios.
Manifiesto adjunto
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 MANIFIESTO SALUD MENTAL.docx.pdf |